Ciertos alimentos pueden aliviar la endometriosis

Un nuevo estudio internacional sugiere que la dieta podría ser una herramienta poderosa en la lucha contra el dolor de la endometriosis, al revelar el potencial terapéutico de decisiones tan cotidianas como lo que comemos o dejamos de comer, es la premisa que emerge del mayor estudio global realizado hasta la fecha sobre dieta y endometriosis, que involucró a dos mil 599 personas diagnosticadas con esta enfermedad crónica.

Los hallazgos, publicados por un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Edimburgo, trazan un vínculo directo entre determinados cambios en la alimentación y una significativa reducción del dolor asociado a la enfermedad.

Según los datos, eliminar el gluten o los lácteos resultó en una mejora del dolor para el 45 % de las participantes, mientras que recortar el alcohol y la cafeína brindó alivio al 53 % y 43 %, respectivamente.

Este estudio no es solo una recopilación de cifras: representa una ventana abierta hacia la autonomía de las pacientes. La profesora de esteroides reproductivos en la Universidad de Edimburgo y autora principal del estudio, Philippa Saunders, describió los resultados como “tremendamente empoderadores”. “Sentir que puedes hacer algo tú misma para afrontar el dolor de la endometriosis cambia las reglas del juego”, afirmó.

¿A quién afecta?

El contexto clínico de esta enfermedad agrava aún más la necesidad de nuevas vías de tratamiento. La endometriosis ocurre cuando tejido similar al del revestimiento uterino crece fuera del útero, lo que provoca inflamación, dolor crónico, disfunción gastrointestinal y urinaria, e incluso infertilidad.

Afecta aproximadamente al 10 % de las mujeres en edad reproductiva, y los tratamientos tradicionales -cirugía o anticonceptivos hormonales— no siempre son efectivos o bien tolerados. Ante esta realidad, muchas mujeres se inclinan por enfoques complementarios, en la búsqueda de alivio en prácticas menos invasivas, entre ellas, los ajustes en la dieta y el uso de suplementos naturales.

El estudio reveló que el 84 % de las participantes había realizado al menos un cambio alimentario, con un 67 % que reportó una mejora en su dolor. Los suplementos también mostraron potencial: la cúrcuma o curcumina fue considerada eficaz por el 48 % de quienes la probaron, seguida del magnesio (32 %), la menta (26 %) y el jengibre (22 %).

Entre los cambios más populares, además de la ya mencionada reducción en gluten, lácteos, alcohol y cafeína, destacan la disminución del consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados, la adopción de dietas específicas como la dieta baja en FODMAP o la mediterránea. Esta última, rica en vegetales de hoja verde, frutas, cereales integrales, pescados y aceite de oliva extra virgen, mostró ser prometedora, con un 29 % de mejora reportada en quienes la adoptaron.

Limitaciones

Sin embargo, el estudio no está exento de limitaciones. Al ser observacional, no puede establecer una relación causal definitiva entre dieta y mejora del dolor. Además, se basó en autoinformes, lo que implica cierta vulnerabilidad a sesgos de memoria o percepción.

A pesar de las señales alentadoras, es importante proceder con cautela. Evitar completamente el gluten o los lácteos puede acarrear riesgos nutricionales, como la disminución en el aporte de calcio, esencial para la salud ósea.

Por ello, cualquier cambio sustancial en la alimentación debería realizarse bajo la guía de un profesional, como un nutricionista acreditado. Esto asegurará que las modificaciones no comprometan la nutrición general, especialmente en mujeres jóvenes cuyo organismo aún está en etapas clave de desarrollo y mantenimiento.

Por otra parte, reducir el café puede no representar un peligro para la salud, pero sí podría afectar la calidad de vida de quienes lo disfrutan como parte de su rutina. La clave, entonces, parece estar en el equilibrio y en una exploración informada y paulatina de qué funciona en cada caso individual. 

Algunas mujeres podrían encontrar alivio con el jengibre, otras con un cambio de dieta completo; el estudio sugiere iniciar con un cambio a la vez, para poder evaluar realmente qué tiene efecto.

Fuente: Medios Digitales

VTV/DR/DS