Revelan misterios de las momias más antiguas del mundo
Las milenarias momias Chinchorro del desierto de Atacama en Chile, se caracterizaron, entre otras cosas, por la pintura negra a base de manganeso que las ornamentaba, por ello una reciente investigación publicados en la prestigiosa revista Journal of Archaeological Science: Reports descubrió de dónde obtenían el mineral los antiguos pobladores de la región para esta práctica, lo que cambia las hipótesis que se manejaban hasta la actualidad.
La cultura chinchorro que habitó en la región costera del norte chileno, poseía una desarrollada práctica de momificación de sus cadáveres y es que algunas de sus momias tienen más de siete mil años, por lo que son consideradas las más antiguas del mundo y antecedieron en esta práctica a la civilización egipcia en casi tres mil años.
«Era un elaborado culto a los muertos y contenía amplios conocimientos de anatomía humana», explicó el doctor en Antropología Física del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, Bernardo Arriaza.
Con financiación de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, un grupo de investigadores, tanto chilenos como internacionales, liderados por Arriaza, descubrieron las posibles fuentes de manganeso utilizadas por los chinchorro como colorante para preparar a sus difuntos para la otra vida.
El antropólogo explicó que el estudio dejó en evidencia que los chinchorro «no requerían desplazarse para recolectar manganeso como planteaba una hipótesis previa», sino que el entorno donde habitaban proveía las materias para preparar a sus difuntos.
La cultura chinchorro perteneció a las poblaciones costeras que habitaron el litoral del desierto de Atacama, desde Ilo en Perú hasta Antofagasta en Chile, entre los años 7020 y el 1500 a. C., aproximadamente. Hoy esa zona es bastante árida, pero en el pasado el afloramiento de aguas subterráneas habría facilitado el asentamiento de este grupo humano, mayormente dedicado a la pesca.
En una de sus investigaciones, Arriaza sostuvo que los chinchorro tuvieron una existencia marítima sedentaria a lo largo de la costa del Pacífico. Prueba de ello son la construcción de viviendas y poblados con estructuras permanentes, pero también dos fenómenos que no son propios de los grupos nómades: el establecimiento de cementerios y la momificación artificial.
El investigador explicó que durante la investigación encontraron y registraron a través de diferentes técnicas muchos recursos de manganeso en referencia a los yacimientos mineralógicos cercanos a la desembocadura del río Lluta, sobre el Pacífico, y en los valles bajos de Arica, donde vivían los antiguos chinchorro por lo que «se hizo el hallazgo de manganeso en diferentes niveles de calidad, lo que nos permitió descubrir que todo este material es bastante recurrente en algunas zonas».
Fuente: Sputnik
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