Esta es la influencia del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual en la industria farmacéutica venezolana

En Venezuela cada 05 de enero se celebra el Día de la Industria Farmacéutica, uno de los principales rubros que permiten el desarrollo socioeconómico de los países, en este caso, para esta Nación no es la excepción.

El Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) cumple un rol de vital importancia para proceder a la fabricación y comercialización de estos productos en el país. Las Patentes de Invención, que sirven como Derecho de Propiedad Industrial, permiten oponerse a terceros que intenten utilizar, producir o mercadear la creación sin la autorización del titular, reseñó nota de prensa del Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional. 

De acuerdo a la máxima autoridad del área de Patentes del SAPI, Dr. Francisco Astudillo Gómez, “los medicamentos son invenciones como las obtenidas en cualquier otra área industrial para satisfacer necesidades técnicas”.

Para la Organización Mundial del Comercio (OMC), estas creaciones no deben ser tratadas en forma diferente al resto de las invenciones que solucionan problemas de índole técnico.

En el artículo 27 del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC se expresa que “las Patentes podrán obtenerse por todas las invenciones sean de productos o de procedimientos en todos los campos de la tecnología, siempre que sean nuevas, entrañen una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial”.

A medida de la evolución constante que se presenta en el mundo, sobre todo en el mercado farmacéutico, muchas empresas realizan la función de la investigación y desarrollo, a fin de introducir nuevos medicamentos o tratamientos. En este sentido, muchos países conceden las Patentes para estos fármacos, que en un principio reciben un nombre genérico oficial de la propiedad pública, a fin de brindarle la protección pertinente.

La industria farmacéutica venezolana está compuesta por tres principales organizaciones: La Cámara Venezolana del Medicamento (CAVEME), la Cámara de la Industria Farmacéutica (CIFAR) y la Cámara Nacional de Medicamentos Genéricos (CANAMEGA).

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