Sin gente y sin agua: Cascadas del Iguazú entre Argentina y Brasil muestran desolación ante pandemia y sequía

Las Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina, se encuentran prácticamente desoladas sin la presencia de miles de visitantes y turistas debido a la pandemia que abate al mundo, y están prácticamente sin agua por la sequía.

De ser un gran torrente que alimentaba las famosas cascadas desde paredones de roca altísimos, pasó a ser un insignificante hilo de agua que cae por una gran roca desnuda cubierta con un poco de musgo, reporta Sputnik en su página en español.

En guaraní Iguazú significa «agua grande«, y es el nombre que los habitantes nativos del Cono Sur de América le dieron al río que nutre a las cataratas más grandes de América Latina, una de las nuevas maravillas del mundo. Sin embargo, últimamente ha habido muy poca agua allí.

Las escasas lluvias en la región y el cierre de siete represas del lado brasileño han generado una disminución histórica del caudal de agua de las Cataratas del Iguazú. El intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Acosta, advirtió a medios locales del lado argentino que «si bien las sequías son cíclicas», sorprende el bajo nivel de agua que experimenta el atractivo turístico.

«El caudal normal es de 1.500 metros cúbicos por segundo. Hoy andamos por los 289 metros cúbicos y estamos muy por debajo del caudal normal», explicó Acosta, según publicó el periódico de Misiones Primera Edición.

Pandemia “ayuda” a la naturaleza

Pero además de la sequía, el Parque Nacional de Iguazú, hogar de las Cataratas, tuvo que cerrar sus puertas a mediados de marzo debido a la emergencia sanitaria desatada por la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, la falta de turistas en la zona ha ofrecido al menos dos aspectos beneficiosos.

Animales como coatíes y monos caí, que acostumbraban a acercarse a las zonas de uso público a la espera de alimentos, ahora se mantienen en la selva en la búsqueda de frutos, lombrices, insectos y otros recursos alimenticios brindados por el monte. Ya que dejaron de alimentarse con comida chatarra que les daban los turistas, como papas fritas y hamburguesas, ahora viven mejor según informó el portal local El Territorio.

A su vez, la vegetación comenzó a ocupar espacios sobre las pasarelas destinadas al tránsito de turistas, cerrando algunos senderos y generando nuevos espacios verdes.

Los Guardaparques nacionales mantienen recorridos en pasarelas y circuitos peatonales en tareas de control y vigilancia durante el período de aislamiento social.

Según afirmaron, se registra un singular panorama en el que los sonidos de la selva se presentan con mayor nitidez debido a la ausencia de visitantes y al sensiblemente menor caudal de agua que cae por las Cataratas.  /maye

Cascadas del Iguazú entre Argentina y Brasil, anteriormente durante temporadas normales (Foto archivo agencias)
Cascadas del Iguazú entre Argentina y Brasil, durante temporadas normales (Foto archivo agencias)