Siria y Rusia derrotan a terroristas y Trump dice que EE.UU. “acabó” con el Estado Islámico
Caracas, 20 de diciembre de 2018.- Para agosto pasado las tropas gubernamentales de Damasco con el apoyo de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, consiguieron recuperar casi la totalidad del territorio de Siria que estaba en manos de los terroristas apoyados por Washington, el autodenominado Estado Islámico (EI). Este miércoles, EE.UU. anunció que ordenó la retirada de las tropas norteamericanas del territorio árabe asegurando que había “acabado” con el grupo armado.
“Tras la victoria histórica contra el Estado Islámico, ¡es hora de traer a nuestros grandes jóvenes a casa!», escribió el presidente Donald Trump, en un mensaje publicado en su cuenta personal de Twitter, con afirmaciones que contradicen los hechos registrados tras casi 8 años de una guerra financiada por EE.UU. para derrocar al presidente sirio Bashar Al Assad.
Expertos internacionales consideraron que “algo no cuadra” en las recientes declaraciones del mandatario norteamericano, según reseña RT en Español en un amplio y documentado análisis.

¿Contra quién luchó EE.UU. en Siria?

Tampoco cuadra la parte de la declaración de Trump, en la que afirma que «la única razón» de la presencia militar estadounidense en Siria ha sido la lucha contra el EI.
Los hechos demuestran que EE.UU. y sus aliados se esforzaron en tratar de detener el avance de las fuerzas gubernamentales frente a los terroristas, con ataques directos contra las posiciones del Ejército sirio. El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, calificó entonces los bombardeos como un «fuerte mensaje» al presidente sirio.
El entonces secretario de Estado del país norteamericanodo, Rex Tillerson, dijo el 17 de enero de 2018 que “no habrá lugar para el presidente Al Assad en el futuro del pueblo sirio”.
Tillerson aseguró que su país y sus aliados no tenían intención alguna de colaborar en la reconstrucción de las regiones que estuvieron en poder de los terroristas y que estaban siendo retomadas y controladas por las Fuerzas Armadas sirias. Incluso, urgió a otros países a ejercer presión económica sobre el Gobierno sirio.

A finales de septiembre, el representante especial de EE.UU. para el compromiso con Siria, James Jeffrey, aseguró que EE.UU., con la ayuda de sus aliados de Europa, Asia y Oriente Medio, efectuará «una estrategia de aislamiento», incluidas sanciones, contra Siria, si su presidente no coopera en la reescritura de la Constitución siria. Fue más allá al prometer «hacer la vida lo más miserable posible para ese cadáver del régimen«.
Pero la presencia de Rusia en la lucha antiterrorista entorpeció los planes de EE.UU. A petición del Gobierno sirio, los rusos participaron de manera legítima en la lucha contra el EI.

El embajador ruso en la ONU, Vasili Nebenzia, aseveró que «con su acto de agresión» EE.UU., Francia y el Reino Unido se pusieron del lado de una de las partes en el conflicto sirio. Además, advirtió que EE.UU. y sus aliados no podrán apartar por la fuerza a Bashar al Assad del poder en Siria.
Gracias al apoyo de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, las tropas gubernamentales de Damasco consiguieron recuperar el 96,5% del territorio del país (de acuerdo con las cifras de agosto proporcionadas por el Ministerio de Defensa ruso).
Ocupantes en retiro
Las autoridades de Siria siempre calificaron de ilegítima la presencia de las fuerzas militares de EE.UU. en su territorio.
El presidente sirio denunció en todas las instancias que EE.UU. recurrió a acusaciones sin pruebas sobre uso de armas químicas contra la población por parte de Damasco, como «pretexto para una intervención militar directa y ataques contra el Ejército sirio».
Además, Siria ha acusado en muchas ocasiones a la coalición internacional, liderada por EE.UU., de interferir en los asuntos internos del país, calificando a esas tropas como «fuerzas de ocupación». A finales de mayo, Al Assad anunció en una entrevista con RT que EE.UU. tendrá que irse del país árabe «de una forma u otra».
Y ahora, tras años de actividades militares y el supuesto apoyo y financiamiento al EI, los soldados de EE.UU. dejan tras de sí una Siria libre (aunque no gracias a Washington), pero en ruinas después de más de 7 años de conflicto armado. /CC
