Sólo nos queda Trump, por Roberto Malaver
—Ya ni María Corina, Roberto. Nadie. O sea, nadie. Aquí no hay candidato contra ese conductor de masas que tú defiendes, o sea, el chofer de autobús, como lo llama mi padre. ¡Qué aridez!
—Ni en las clases de aquel profesor de Economía I, ¿te acuerdas? Qué falta de conceptos. Qué vacío tan enorme. Qué largo y ardiente verano. He oído. He leído con avidez. Y no hay nada en ese mar inmenso y abierto.
—Sí, te lo voy a decir, con todo el dolor de lo que me queda de alma, definitivamente, a nosotros, los de la oposición decente y pensante de este país, solo nos queda Trump, porque no confiamos en Biden.
Cinthya Machado Zuloaga está herida de vida política. Sabe que los candidatos que han salido por allí a las elecciones primarias, no son dignos de que entren en su casa.
—Yo no puedo creer en esas primarias nuestras. No sé cómo el profesor Jesús María Casal aceptó estar al frente de ese bochorno. Con candidatos como Andrés Velásquez, Carlos Prosperi, el Conde del Guácharo… y no te digo más porque me da mal aliento, con eso no se va para Miraflores.
Hoy vino demasiado pesimista. Derrotada. Y siempre linda.
—Que a estas alturas no tengamos candidato es una verdadera demostración de brutalidad. De falta de talento. De no creer en el país. Este panorama es triste, solitario y final. Sí, solo nos queda Trump.
Hoy no es su día de gracia y luz. Cinthya Machado Zuloaga está triste, como la princesa.
Entonces, se levanta, me abraza para despedirse, y casi llorando me dice al oído:
—Solo nos queda Trump.
Roberto Malaver / Especulador Precoz /
CONOZCA MÁS:
VTV/Ora/ARC