Toros de Colores una tradición que engalana los Carnavales en Santa Cruz de Aragua
Desde 1920, en la octavita de carnaval, muy temprano decenas de toros multicolores toman junto a la población las calles y avenidas de Santa Cruz de Aragua para cumplir con la tradicional salida del Toro de Colores, manifestación tradicional única en el país, arraigada en el corazón de los santacrucenses y que se transmite de generación en generación.
La celebración principal se lleva a cabo en el sector Patrocinio Peñuela Ruiz donde, al ritmo del pasodoble, las 5 familias patrimoniales integradas por los Arcia- García; el Culebrero; Los Focos y la Velazquera honran esta tradición centenaria acompañada por oriundos y visitantes que disfrutan de la entretenida parodia al ritmo de los tambores y pasodobles.
Los Toros salen a recorrer diferentes calles de Santa Cruz y hacen paradas para escenificar parodias en las que el Toro es vencedor o vencido, recreando la faena taurina y deslumbrando con su esplendor y colorido.
Durante una visita del equipo Multimedios de Venezolana de Televisión a la localidad, se entrevistó al docente y especialista en esta manifestación cultural de la zona, Oscar Delgado, quien explicó que esta tradición tiene sus raíces en el año 1920.
Mencionó que la antropóloga Judith Heredia en una entrevista a Luis Hernández Bruces, documentó que esta manifestación cultural surgió por iniciativa de Elías Cuervo y trabajadores de una empresa desmotadora de algodón quienes decidieron recrear las corridas de toros, utilizando materiales autóctonos y reciclados, como maderas, telas de sacos de algodón y una calavera de res, pintados con carbón de calderas.
Ese año, un suceso trágico golpeó a los propietarios de la empresa, lo que los llevó a tomar la decisión de cerrarla y ante esta situación, Cuervo y sus compañeros encontraron en esta forma de entretenimiento una manera de recaudar fondos para apoyar a aquellos que se habían quedado sin empleo.
A partir de este grupo, Delgado resalta que han existido cuatro generaciones del Toro de Colores, siendo la segunda camada la que surgió en 1933 para la inauguración de la Maestranza César Girón “en esta época, muchachos de 15 a 17 años, entre ellos Gregorio Salas, deciden dar un impulso a esta tradición”.
Este grupo, en las primeras representaciones, el Toro era una figura en blanco y negro, dibujada con carbón, a la cual se le añadieron piernas y colas colgantes. Este personaje compartía escenario con otros, como el Torero y el Indio.
En aquel tiempo, existían aún los Diablos Danzantes de Santa Cruz, los cuales utilizaban partes de sus trajes, específicamente los pantalones, para participar en las corridas, y llevaban consigo sus característicos cascabeles.
Destaca Delgado, el uso de colores en la representación del Toro comenzó en 1956. Esto ocurrió cuando los participantes de la manifestación solicitaron ayuda a las tiendas del pueblo, quienes donaron papeles de colores. A partir de entonces, el Toro empezó a ser adornado de manera similar a las tradicionales piñatas de tapara.
Esta época estuvo influenciada por el auge del cine mexicano, lo que llevó a la aparición de personajes como ‘Cantinflas’ en la manifestación. A esta generación la llaman la de Andrés Valera, pues este fue uno de los principales organizadores de la tradición.
Las nuevas generaciones comienzan con Jesús Velázquez, luego con Eladio Piñero, José Francisco Andrea, José Santana Carvajal, Ramón Suárez, Rafael Silva, Juan Carlos 5. Arcia, Franklin Castillo. Con ellos los materiales de construcción cambian por otros más resistentes, pues en ocasiones dos toros se envestían y era posible que el más débil no contara un nuevo Carnaval.
Relató que aunque intervienen diversos personajes, el Torero y el Médico destacan por su papel principal, siendo este último el encargado de revivir al toro.
Explicó que a finales de la década de 1990, los educadores locales reconocieron la singularidad de esta tradición a nivel nacional y ante el riesgo de que esta expresión cultural se perdiera, decidieron promover su difusión en las escuelas del municipio.
Delgado relata que, al intentar promover la inclusión del Toro de Colores en las escuelas, se encontraron con resistencia. Muchos directivos argumentaban que la tradición no podía enseñarse porque la consideraban contraria a los valores educativos, asociándola únicamente con el consumo excesivo de alcohol.
Actualmente, cada año, el domingo siguiente al Carnaval, la Plaza Bolívar de Santa Cruz de Aragua se convierte en el escenario de un encuentro educativo donde niños, jóvenes y adultos se reúnen para celebrar la tradición del Toro de Colores. Instituciones educativas y familias locales participan activamente, exhibiendo toros de diversos tamaños y colores, elaborados con papel y otros materiales por estudiantes y docentes, como parte del programa escolar ‘El Toro va a la escuela’
El reconocimiento y la participación activa de los habitantes de Santa Cruz fueron cruciales para que el Toro de Colores se convirtiera en un símbolo representativo del municipio Lamas y su identidad cultural.
Esta manifestación fue oficialmente declarada Patrimonio Cultural Intangible del estado Aragua en 2013, y al año siguiente, del municipio José Ángel Lamas.
VTV/LAV/CP