Gobierno de Trump amenaza a manifestantes estadounidenses que protestan contra el racismo con “todas las opciones sobre la mesa”

Las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. anunciaron que contemplan cualquier medida de fuerza para sofocar las multitudinarias protestas en Portland y otras urbes norteamericanas contra el racismo y el abuso policial.

“Creo que todas las opciones continúan estando sobre la mesa, concretamente cuando hablamos de Portland”, amenazó este domingo el secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU., Chad Wolf, durante una entrevista concedida al canal de televisión estadounidense ABC, reseñada por HispanTV.

Wolf reclamó a las autoridades estatales de Oregón (noreste de EE.UU.) el hecho de no haber aceptado la intervención de fuerzas federales y declinar “cualquier tipo de ayuda federal para poner fin a las actividades violentas” que se desarrollan desde hace ya tres meses en el territorio estadounidense tras el brutal asesinato del afrodescendiente George Floyd, a manos de policías que lo asfixiaron.

Las manifestaciones recrudecieron luego que en la noche del sábado, una persona resultó muerta en los choques entre integrantes del movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa) y grupos de simpatizantes de Donald Trump que salieron en caravana compuesta por unos 600 vehículos para atacar a los manifestantes.

El secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU. destacó la importancia de “devolver algo de normalidad a Portland” y aseveró que “si los funcionarios estatales y locales quieren hacerlo, deben pedir ayuda al Gobierno federal”.

Actualmente, Portland es uno de los epicentros de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en EE.UU. Al respecto, Trump tildó el viernes al alcalde de Portland, Ted Wheeler, de “incompetente” y prometió intervenir con la fuerza armada en esta ciudad si las autoridades locales no ponen fin a las protestas.

El magnate neoyorquino, desde el inicio de las protestas en el país, no ha hecho sino indignar a los manifestantes con sus respuestas amenazantes y duras. Ya dijo en su momento que eran unos simples “matones” y amagó con emitir la orden de disparar munición real contra ellos si no cesaban las marchas.

La brutalidad de la Policía de EE.UU., que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles. Los críticos aseguran que la violencia racial en EE.UU., pese a ser endémica, lo que ha hecho es aumentar en forma alarmante en los últimos años por las políticas racistas de Trump.

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