Usar pantallas antes de dormir debilita la salud

El uso de pantallas y dispositivos móviles antes de dormir puede tener un impacto significativo en la calidad del sueño y, en última instancia, en la salud general de las personas. Existen múltiples razones por las cuales esta práctica puede ser perjudicial.

En primer lugar, la exposición a la luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ciclo de sueño-vigilia. Esta luz suprime esta hormona, lo que puede dificultar conciliar el sueño y reducir la calidad del mismo. Igualmente,  provocar insomnio y tiene un efecto negativo en el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo durante el día.

Además, el uso de pantallas antes de dormir tiende a estimular el cerebro, lo que puede dificultar el proceso de relajación necesario para conciliar el sueño. El contenido que se consume en estas pantallas, como las redes sociales, los juegos o los programas de televisión, también puede ser emocionalmente estimulante, lo que dificulta aún más desconectar y relajarse antes de acostarse.

Otro aspecto a considerar es el impacto en la postura y la salud física. Pasar largos períodos de tiempo frente a las pantallas puede provocar tensión en los músculos del cuello, los hombros y la espalda, lo que puede contribuir a problemas musculoesqueléticos crónicos. Además,  puede retrasar el inicio del sueño, lo que a su vez reduce la cantidad total de horas de sueño y afectar negativamente la salud a largo plazo.

Para mejorar la calidad del sueño y promover la salud general, es importante limitar el uso de pantallas y dispositivos móviles antes de dormir.  Establecer una «hora de apagado» al menos una hora antes de acostarse, y optar por actividades relajantes como leer un libro, meditar o practicar estiramientos suaves, puede mejorar significativamente la calidad de vida y reducir el riesgo de problemas de salud.

Fuente: ConSalud

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